Un saludo fraterno,
en Santa Anna estamos 15 personas repartidos por las distintas dependencias. Hoy hemos acogido a un matrimonio y sus tres hijos refugiados de El Salvador. Es duro tener que decir que no algunas personas que desearían quedarse, pero en este momento hemos de cuidar las condiciones sanitarias para no propagar el coronavirus. Esperamos en los próximos días poder repartir bolsas de desayuno de forma estable para algunas de las personas, sobre todo jóvenes, que sobreviven en las calles.
Seguimos adelante. Un abrazo y la bendición del Dios que vuelve cada día su rostro sobre nosotros en nuestra debilidad.